Luchando contra la contaminación acústica

Cuando un grupo de jóvenes “contaminadores acústicos”, en forma de consumidores de botellón/droga o que adopten formas imprevisibles, te haga la puñeta y tus fuerzas del “orden” correspondientes no atiendan a tus suplicas de ayuda intentando explicar de todos los medios y maneras, que a ti te han educado bastante bien, con ideas pasadas de moda, tales como que es bueno eso de respetar la existencia del prójimo, y por tanto de sus necesidades y por tanto de su básica necesidad de dormir para poder trabajar al día siguiente. O de su necesidad de recuperarse de una enfermedad.

Te aconsejamos una especie de “huelga a la japonesa” (tios listos estes japoneses).

Intenta acoplarte con tus vecinos “concienciados”. Y cada uno de vosotros, haceros con uno de eses reproductores de música. Cada uno que lleve, eso sí, la música que más le guste (Si quiere llevar tapones para oídos, cada uno a su gusto). Se aconseja llevar un pica-pica y si es invierno alguna bebida caliente para compartir.

CADA VEZ QUE APAREZCAN LOS TERRORISTAS DEL ruído, poneros lo más cerca que podáis de los mismos. Y bueno que empiece el concierto. Que cada uno de vosotros/as ponga su música con todo el volumen que le sea posible.

Objetivo: Que ellos no puedan escuchar su propia música y que sepan lo que significa que no se respeten lo derechos del projimo (su derecho a escuchar su música.. sin dañar a nadie con ello)

¡Disfrutad de la experiencia, que seguro que los ruidosos, se cansan, se van, y no vais a poder repetirla muchas veces ¡¡:)

Ya contaréis